Selección de desinfectantes: Los desinfectantes son productos químicos diseñados para matar o inactivar microorganismos patógenos en superficies y en el aire. La elección del desinfectante adecuado depende del tipo de microorganismos que se pretende eliminar y del tipo de superficie que se va a desinfectar.

Superficies a desinfectar: La desinfección ambiental puede incluir la limpieza y desinfección de superficies duras y no porosas, como mesas, manijas de puertas, interruptores de luz, barandillas y baños. También puede implicar la desinfección del aire y de superficies más blandas, como textiles y cortinas.

Métodos de aplicación: Los desinfectantes pueden aplicarse mediante nebulización,  paños desinfectantes, esponjas u otros métodos según la superficie y el desinfectante utilizado. 

Tiempos de contacto: Los desinfectantes suelen requerir un tiempo de contacto específico en la superficie para ser efectivos. Esto significa que el desinfectante debe permanecer en la superficie durante un período de tiempo determinado antes de ser enjuagado o retirado.

Frecuencia: La frecuencia de la desinfección ambiental puede variar según el entorno y la actividad. En lugares donde hay un mayor riesgo de contaminación o una alta circulación de personas, la desinfección puede ser necesaria con más frecuencia.